sábado, 31 de enero de 2009

Identidad de la Ramera.



Identidad de la Ramera.

Pr jose Cubillos

Hislop, en su libro cuidadosamente documentado, The Two Babylons (Las Dos Babilonias), traza la relación existente entre la Babilonia antigua y la doctrina y práctica del sistema de la ramera, llamada Babilonia misteriosa. Ironside señala el mismo desarrollo cuando escribe:

Esta mujer es un sistema religioso, que domina el poder civil, al menos por un tiempo. El nombre que tiene sobre su frente debe permitirnos identificarla fácil¬mente. Pero para poder hacer eso haremos bien en regresar a nuestro Antiguo Tes¬tamento, y ver lo que allí se revela con respecto a la Babilonia literal, por cuanto la una seguramente arrojará luz sobre la otra . . .

. . . sabemos que el fundador de Babel, o Babilonia, fue Nimrod, de cuyas hazañas impías leemos en el capítulo 10 de Génesis. El fue el gran apóstata de la era patriarcal . . . persuadió a sus asociados y seguidores para que se unieran en la edificación de una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo . . . que fuese reconocida como un templo o centro de reunión para aquellos que no andaban en obediencia a la palabra del Señor . . . llamaron su ciudad y su torre Babel, puerta de Dios; pero pronto, este nombre fue cambiado por el de un juicio divino para Babel: Confusión. Llevó el sello de la irrealidad del primer nombre, por cuanto se nos dice que tenían el ladrillo en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla. La imitación de lo que es real y verdadero ha caracterizado desde entonces a Babilo-lonia, en todas las edades.

Nimrod, o Nimrod-bar-Cus ... fue un nieto de Cam, el hijo indigno de Noé ... Noé había llevado consigo a través del diluvio la revelación del Dios verdadero... Cam, por el contrario, parece que fue fácilmente afectado por la apostasía que trajo el diluvio, por cuanto no muestra evidencias de juicio propio ... Su nombre .., significa moreno, oscurecido, o más literalmente, el quemado por el sol. Y el nom¬bre indica el estado del alma del hombre . . . oscurecida por la luz del cielo . ., (Cam) engendró un hijo llamado Cus, el negro, y éste llegó a ser padre de Nimrod, el líder apóstata de su generación.

La erudición antigua viene ahora en nuestra ayuda, y nos dice que la esposa de Nimrod-bar-Cus fue la infame Semíramis I. Ella es considerada como la fundadora de los misterios babilónicos y la primera suma sacerdotisa de la idolatría. De esa manera, Babilonia llegó a ser la fuente de origen de la idolatría, y la madre de todos los sistemas paganos del mundo. La religión de misterios que allí se originó se espar¬ció en varias formas por toda la tierra ... y está con nosotros hoy ... y tendrá su más completo desarrollo cuando el Espíritu Santo haya partido y la Babilonia del Apocalipsis tenga el poder.

¡Edificando sobre la primitiva promesa de la Simiente de la mujer que había de venir, Semíramis dio a luz un hijo al cual declaró milagrosamente concebido! Y cuando lo presentó al pueblo, su hijo fue aclamado como el libertador prometido. Este fue Tamuz, contra cuya adoración Ezequiel protestó en los días del cautiverio. De esa manera fue introducido el misterio de la madre y el niño, una forma de idolatría que es más antigua que cualquiera otra que conozca el hombre. Los ritos v de este culto eran secretos. Solo a los que se iniciaban se les permitía conocer sus misterios. Era el esfuerzo de Satanás para engañar a la humanidad con una imita¬ción tan parecida a la verdad de Dios que no pudieran conocer la verdadera Simiente de la mujer, cuando El viniera en el cumplimiento del tiempo . . .

D
esde Babilonia, esta religión de misterios se esparció por todas las naciones circunvecinas. . . Dondequiera los símbolos eran los mismos, y dondequiera el culto de la madre y el niño llegó a ser el sistema popular; sus cultos se celebraban ;t con las prácticas más repugnantes e inmorales. La imagen de la reina de los cielos, con el niño en sus brazos, se veía por dondequiera, aunque los nombres puedan diferir tanto como difieren las lenguas. Llegó a ser la religión de los misterios de Fenicia, y fue llevada por los .fenicios a los confines de la tierra. Astarot y Tamuz, la madre y el niño de estos endurecidos aventureros, se convirtieron en Isis y Horus en Egipto, Afrodita y Eros en Grecia, Venus y Cupido en Italia, y tuvieron muchos otros nombres en lugares más lejanos. En mil años el culto babilónico había llegado a ser la religión del mundo, que había rechazado la revelación divina.

Eslabonados con este misterio central había innumerables misterios menores. . . Entre éstos estaban las doctrinas de la purificación del purgatorio después de la muerte; la salvación mediante un sinnúmero de sacramentos tales como la absolución sacerdotal, la aspersión con agua bendita, la ofrenda de tortas a la reina del cielo tal como se menciona en el libro de Jeremías; la consagración de vírgenes a los dioses, lo que era literalmente una prostitución santificada; llanto por Tamuz durante un período de cuarenta días, antes de la gran fiesta de Istar, de la que se decía que había recibido a su hijo otra vez de entre los muertos; por cuanto se enseñaba que Tamuz había sido muerto por un jabalí y después devuelto otra vez a la vida. Para él, el huevo era sagrado, y representaba el misterio de su resurrección, aún cuando la siempreviva era su símbolo escogido, y fue establecido en honor a su nacimiento durante el solsticio de invierno, cuando se comía la cabeza de un jabalí en memoria de su conflicto y se quemaba un nochebueno con muchos ritos misteriosos. El signo de la cruz era sagrado para Tamuz, como símbolo del principio de dar vida y como la primera letra de su nombre. Es representado en un gran número de los más antiguos altares y templos, y no se originó, como muchos lo suponen, con el cristianismo.

El patriarca Abraham fue apartado por llamamiento divino de esta religión de misterio; y con este mismo culto maligno la nación que provino de él estuvo en constante conflicto, hasta que en el tiempo de Jezabel, una princesa fenicia, fue injertado a lo que había quedado de la religión de Israel en el reino del norte, en los días de Acab, y esto al fin fue la causa de su cautiverio. Judá se contaminó con él, por cuanto el culto de Baal era precisamente la forma cananea de los mis¬terios babilónicos, y sólo enviando al pueblo a cautiverio en la misma Babilonia quedó curado de su inclinación a la idolatría. Baal era el dios Sol, el dador de la vida, idéntico a Tamuz.

. . .Aunque Babilonia como ciudad hacía mucho tiempo se había olvidado, sus misterios no murieron con ella. Cuando la ciudad y sus templos fueron des¬truidos, el sumo sacerdote huyó con una compañía de iniciados, con sus vasos sagrados e imágenes a Pérgamo, donde el símbolo de la serpiente se estableció como emblema de la sabiduría escondida. De allí cruzaron después el mar y emigraron a Italia. . . Allí el antiguo culto se propagó con el nombre de misterios etruscos, y posteriormente Roma se convirtió en el cuartel general del culto babilónico. Los sacerdotes principales usaban mitras en forma de cabeza de pescado, en honor a Dagón, el dios pez, el señor de la vida -otra forma del misterio de Tamuz, como se desarrolló entre los antiguos enemigos de Israel, los filisteos-. El sumo sacerdote se adjudicó el título Pontifex Maximus, y esto se imprimía en su mitra. ¡Cuando Julio César (quien, como todos los jóvenes romanos de buena familia, fue un iniciado) llegó a ser el jefe del Estado, fue electo Pontifex Máximum, y este título fue sustentado desde allí en adelante por todos los emperadores romanos hasta Constantino el Grande, que fue, al mismo tiempo, cabeza de la iglesia y sumo sacerdote de los paganos! El título fue conferido posteriormente a los obispos de Roma, y lo lleva el papa hoy, quien así resulta ser, no el sucesor del apóstol pescador Pedro, sino el sucesor directo del sumo sacerdote de los misterios babilónicos, y el siervo del dios pez Dagón, por quien él usa, como sus predecesores idólatras, el anillo del pescador.

Durante los primeros siglos de la historia de la iglesia, el misterio de iniquidad había obrado con asombrosos efectos, y las prácticas y enseñanzas babilónicas habían sido tan grandemente absorbidas por la que llevaba el nombre de Iglesia de Cristo, que la verdad de las Sagradas Escrituras, en muchos puntos, había sido completamente oscurecida, mientas que las prácticas idólatras se imponían a las gentes como sacramentos cristianos, y las filosofías paganas tomaron el lugar de la enseñanza del Evangelio. De esa manera se desarrolló este asombroso sistema que durante mil años dominó a Europa y traficó con los cuerpos y las almas de los hombres, hasta que la gran Reforma del siglo XVI proporcionó cierta medida de liberación

No es demasiado decir que las falsas doctrinas y prácticas que se encuentran dentro del romanismo son directamente atribuíbles a la unión de este paga¬nismo con el cristianismo, cuando Constantino declaró a Roma imperio cristiano. Se concluye así, que la ramera representa a toda la cristiandad profesante unida en un solo sistema, con una cabeza.

C. El juicio de la ramera. Juan representa claramente el juicio sobre este sistema corrupto cuando dice:

"Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios" (Ap. 17:16-17).

La bestia, que será dominada por el sistema de la ramera (Ap. 17:3), se levantará contra ella y la destruirá a ella y su sistema completamente. Sin duda alguna, el sistema de la ramera estaría en competencia con el culto reli¬gioso de la bestia, promovido por el falso profeta, y su destrucción se lleva a cabo para que la bestia pueda ser el único objeto de falsa adoración poi cuanto declara que es Dios.

. EL JUICIO DE LA BESTIA Y SU IMPERIO

Al reseñar la campaña de Armagedón se vio cómo Dios juzga a los poderes gentiles del mundo y lleva a cabo su caída. La confederación del Norte será juzgada por Dios sobre los montes de Israel en la mitad del período de la tribulación. Hemos visto que los reyes del Oriente y sus fuerzas y los ejércitos de la bestia serán destruidos en la segunda venida de Cristo a la tierra.

Una descripción más completa de este juicio de la bestia y de su fortaleza se da en Apocalipsis 18. Allí el imperio político se ve tan estrechamente unido al falso imperio religioso que ambos reciben el mismo nombre, aunque son dos entidades diferentes las que se nos presentan en estos dos capítulos.

El Apocalipsis habla de dos Babilonias: la Babilonia eclesiástica, que es el cristianismo apóstata bajo el dominio del papado; y la Babilonia política, o sea la confederación imperial de la bestia, la forma final del poder mundial de los gentiles. La Babilonia eclesiástica es la gran ramera (Ap. 17:1), y ella es destruida por la Babilonia política (Ap. 17:15-18), con el fin de que la bestia pueda ser el único objeto de adoración (2 Ts. 2:3, 4; Ap. 13:15). El poder de la Babilonia política es destruido por el Señor cuando Él venga en gloria. . . La idea de que Babilonia será reedificada literalmente en el sitio de la antigua Babilonia se halla en conflicto con Is. 13:19-22. Pero el lenguaje de Ap. 18 (por ej. vs. 10, 16, 18) parece fuera de cuestión identificar Babilonia, la ciudad de lujo y comercio ex¬traordinarios, con "Babilonia" el centro eclesiástico, es decir, Roma. Los mismos reyes que odian la Babilonia eclesiástica, deploran la destrucción de la Babilonia comercial.

La destrucción del asiento del poder de la bestia es llevado a cabo mediante un juicio de fuego (Ap. 18:8).

A medida que se estudian los puntos más importantes de la revelación profética, se hace obvio que la revelación del programa de Dios para este período constituye una de las secciones mayores del estudio profético. El programa para Israel, el programa para los gentiles, y el programa de Satanás, todos llegan al climax en el tiempo precedente al segundo advenimiento de Cristo.

No hay comentarios: